jueves, 31 de diciembre de 2009

Osine


Madrugadas en Osine
Sergio Pérez Portilla

Las mañanas en Osine son de color ocre, el sol que detrás de las montañas aparece y cubre la tierra clara y en invierno las hojas secas hace resplandecer e imaginar, y los espejos de agua son diáfanos y caudalosos. El viento sereno y cándido conquista a las ramas mediante un baile que pierde la memoria en los siglos precedentes, y a la vez trae consigo el aroma a mora doncel.
Las tardes y las noches en Osine son la cita entre el sol de la mañana y la luna, blanca luna hermosa, alta dama de sonrisa clara. Con la tarde llegan las luciérnagas, estrellas de los pastos, y empiezan a inundar, titilantes, los jardines del Señor. La luna dirige la sinfonía de la naturaleza, las mareas altas y las bajas, los ronroneos y los trinos, los pequeños sonidos de los grandes tiempos, el sutil cantar de los pastos. La música se escucha mejor con la luna sobre los cielos.
Osine es la casa de la Luna y del Sol aquí en la Tierra. Aquí el amor se dice, se palpa, se vive, especialmente en las madrugadas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Sergio!!!
Despúes de unos dias de descanso y media semana de mucho trabajo regreso a tu mundo de palabras!!


Gracias por tus deseos...
"... Aquí el amor se dice, se palpa, se vive..."
Me gusta la forma en que expresas las cosas, que vea en tus escritos a traves de la imaginación, se ve el amor en ellos.
No dejes de escribir.
Esperaré el primer escrito de este 2010.
Ánimo y adelante.
Con cariño ML
Recibe un abrazo .

Sergio dijo...

¡Hola ML!

Pues igual te recibimos con mucho agrado en esta tu casa. Bienvenida de nuevo y bienvenida siempre.

Importante es amar, importante ser amado, ¿qué podría faltar?

¡Muchas gracias por todo!

¡Un abrazo!