viernes, 31 de octubre de 2008

Reseña

Hola a todos. En esta ocasión comparto una reseña que se publicó en el primer número de Palábrate, revista interna del Seminario de Xalapa. El tema resulta paralelo a las fechas que celebramos este fin de semana (1 y 2 de noviembre). Espero que les resulte amena, y pronto compartiremos algunos escritos más. Gracias por todo.

Atte. Sergio Pérez Portilla


Para pensar la muerte
Sergio Pérez Portilla

¿Se puede hacer un verdadero discurso sobre la muerte? ¿No es acaso algo tan distinto a lo que podemos conocer –que no tan lejano, en muchos aspectos– que ni siquiera podemos hacernos una verdadera idea sobre ella? Vladimir Jankélévitch, filósofo francés (Bourges 1903-París 1985), escribió sobre la muerte, allá por 1966, y esto dio paso a una serie de entrevistas, de las cuales cuatro se encuentran en el libro aquí reseñado.
En Pensar la muerte (FCE, Buenos Aires, 20062, 131 pp.) encontramos algunas tesis importantes: a) existen 3 tipos de muerte: i) la muerte en tercera persona, la de no importa quién, del que no conozco y por tanto no influye en mí; ii) la muerte en segunda persona, la más parecida a la mía sin ser la mía, y ésta sí afecta sentimientos y pensamientos; y iii) la muerte en primera persona, la mía, de la que no puedo hablar en absoluto porque es mi muerte; b) no se puede hacer un verdadero estudio sobre la muerte, pues, aunque parezca irrisorio por lo que ya hemos dicho, cuando se experimenta ya no se tiene un después; c) la muerte no es una transformación, sino el pasaje a la ausencia de forma; d) el lenguaje no está hecho para expresar la muerte porque aquél se basa en la experiencia; e) nunca es necesario morir y sin embargo un día hay que hacerlo. Si bien Jankélévitch es filósofo, también es cierto que se auxilia de las perspectivas antropológica, sociológica y religiosa, primordialmente, para elaborar su propuesta.
Un libro interesante por la temática y muy bueno por la “invitación forzosa” a la crítica objetiva que, incluso, podríamos decir que se adelantó a la reflexión que vemos en nuestros días.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

i! Esa portada me recuerda algo, ojalá ya lo hayas terminado.
Sé feliz, por favor, sólo sé feliz

Sergio dijo...

Esa portada, esa portada. No, "anónimo" (¡te conozco!), aún no lo termino, pero esto así es.

Y seguiré tu consejo con todo mi empeño. Tú, por lo mientras, tampoco dejes de sonreír.

Atte. Sergio.