sábado, 15 de diciembre de 2007

Otro escrito breve

Ya pondré después algo sobre filosofía o teología. Por el momento sigo con este tipo de textos.
Un momento
Sergio Pérez Portilla

Vengo escribiendo una crónica desde hace un par de días. En ella, he contado cómo hemos vivido, y cómo hemos dejado de vivir. No pretendo difundir la historia de la estrella fugaz que se me fue entre los cielos nocturnos, ni de la aurora que poco a poco se difuminó y se perdió entre las risas y los reclamos. Hace tiempo que trato de olvidarte, incluso cuando has estado conmigo, porque sé que si así lo hago, cuando te vayas me será más fácil levantarme, y no creo ser egoísta, pues es algo que tú me enseñaste: ser independiente. Si te amo es mi responsabilidad, si me amas o si no, eso ya no me corresponde. Pero nunca he sabido cuándo dejo de ser yo y cuándo dejas de ser tú, y empezamos a ser nosotros. Si camino a tu lado y no voy sólo pensando en hoy, y veo en tus ojos las ganas y siento en mis manos la necesidad de buscarte debajo de mis sueños, ¿acaso no busco encontrarnos en un tiempo perdurable? Yo no creo lo que tú dices, yo sé que hay mucho más. No se te olvide que no estamos hechos para la soledad, por más que te seduzca la idea y por más que te convenza el silencio.

No has querido entregarte porque tienes miedo. Y si este es el momento, debo decirte que nunca me he sentido más lejos de ti. El miedo a amar te ha condicionado. Si sabes amar, y sabes que ahí está la felicidad, ¿por qué no amas?

En mi crónica no separé días de horas. Mi crónica resultó ser un solo momento.

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