viernes, 18 de junio de 2010

Segundo

Dentro
Sergio Pérez Portilla

Desperté y al voltear al suelo vi un pequeño charco. Curioso, pensé, y de inmediato volteé al techo. Ahí, casi imperceptible, se formaba una gota. Había llovido, y había una gotera. Curioso, cómo a veces son tan frágiles las paredes que cuando llueve afuera también llueve adentro. Qué curioso, a veces es tan dura mi piel, que a veces lloro por dentro, pero ninguna lágrima se ve por fuera.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmm!!! deja qe fluya hermano mio!! jajaja!! trankilo!, tu y tus goteras!! jejej
vO*

Anónimo dijo...

Segundo
Hola Sergio:

A veces nos hacemos fuertes ante las cirucunstancias, pero lo mejor es que salgan esas lágrimas, Ánimo...
DTB
Con cariño ML.

Sergio dijo...

¡Vo, ML!
Pues nada, que seguimos dando rienda suelta al sentimiento, esperando el momento justo para que todo fluya, y no se estanque y resulte peor. ¡Un abrazo!