viernes, 5 de febrero de 2010

Reseña

De una revista que se llama "Siete llaves", también del SAX (http://siete7llaves.blogspot.com). Ahí estaremos compartiendo algunas críticas y reseñas. Después quizá subiré dos que ya hemos escrito sobre películas. Gracias a todos.


Un libro sobre Pedro
Sergio Pérez Portilla

Los escritos de Carlo María Martini son un punto de referencia, él mismo lo es. Basados generalmente en retiros y ejercicios que comparte con distintos grupos eclesiales –incluso algunas veces son meras transcripciones–, alcanzan la profundidad necesaria para dejar que su experiencia pueda sentirse, y de esta manera la experiencia de cada uno de los oyentes/lectores también se dé.
En
Las confesiones de Pedro. Meditaciones sobre el camino vocacional del apóstol (Verbo Divino, Estella, 2000, 4ta. ed., 122 pp.) el jesuita, cardenal y también arzobispo, propone una visión diferente sobre textos ya escuchados por la mayoría de los cristianos. Es el autor un reconocido crítico de la Escritura, con los estudios y la capacidad necesarios para serlo.
La obra comienza con una introducción a la oración: su ser y la forma de realizarla. De inmediato presenta al otrora pescador, dejando que sea él mismo quien nos hable, para después escuchar lo que otros tienen que decir sobre él. Es entrar en la psicología del “entrevistado”. Un punto principal es la relación de Pedro con Jesús, su maestro y Señor. ¿Cómo lo veía? ¿Qué buscaba de él? ¿Cómo lo iba comprendiendo, si es que lo hacía? Interesantes confrontaciones surgen en estos momentos. Posteriormente se habla de la vocación del apóstol y de los trances que debe experimentar para depurar su llamado. Esto va llevando a interiorizar más y más en la vida del galileo, para saber si realmente tenía un sentido su andar, o simplemente se estaba dejando llevar por el día a día. Por último, una relación entre Pedro y la Eucaristía, de cuya institución fue testigo directo en la última cena.
Insistimos, la obra completa de Martini es meramente para confrontar la vida, los pensamientos, las decisiones y los proyectos que tienen los interlocutores con la voluntad de Dios, y en este caso se ha ayudado de la figura de san Pedro, columna innegable de la Iglesia.
El libro es de fácil lectura, además de breve, y en él podemos encontrar muchos datos que nos ayuden a meditar sobre nuestra propia vocación, cosa siempre necesaria. Muy recomendado.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Sergio:
Esperando te encuentres bien!!!!

Se me hace interesante tu comentario sobre éste libro, trataté de conseguirlo y leerlo pronto, me llamó la atención ésto que mencionas
" de la vocación del apóstol... interiorizar más y más en la vida.., para saber si realmente tenía un sentido su andar, o simplemente se estaba dejando llevar por el día a día".
Ya te contaré mi opinión al respecto (espero no tardar en leerlo)
Recibe un fuerte abrazo, Dios te bendiga siempre.
Con cariño ML

Anónimo dijo...

Hola Sergio!!!
Se te extraña por aquí, esperemos ver un escrito pronto, Dios te bendiga, esperando te encuentres bien!!!
Cuidate.
Recibe un fuerte abrazo.
Con cariño ML.

Sergio dijo...

¡Hola ML!
Ojalá puedas leer este librito, es sencillo pero muy bonito.
Y con respecto a algún nuevo escrito, propongo un par de ellos, algunos "tristes" y otros "de final feliz", pero ya sabes, la alegría es la que impera, incluso en el dolor.

¡Un abrazote!

Anónimo dijo...

Hola Sergio:

He tratado de conseguir el libro, pero no he podido, ya busqué en varías librerias católicas pero no, me podrías decir de favor, donde lo puedo conseguir gracias..

Que tengas un excelente día.

Se te extraña, cuídate!!!
Que estés bien!!!
Recibe un abrazo muy fuerte.
DTB

Anónimo dijo...

con cariño ML

Sergio dijo...

¡Hola ML!

Pues mira, no sé dónde hayas buscado, porque de hecho a mí me llegó sin buscarlo. Lo conseguí con un amigo que lo trajo de México. Pero si quieres, con confianza, te mando el mío, o te mando una copia (no fotocopias, sino una copia tipo el original).
Mi correo es sergioeem@hotmail.com, si gustas me escribes y nos ponemos de acuerdo.
Ah, y muchas gracias por todo.

Te mando un abrazo!

Sergio