viernes, 19 de noviembre de 2010

Viviendo


Viviendo
Sergio Pérez Portilla

Vivir como el arroyo, conociendo orillas y fondos, viajando entre suelos fríos o rayos de sol, alisando piedras y cantando mañanas, fluyendo, siguiendo un cauce y causando amores.
Vivir como los bosques, creciendo en el humilde silencio, dando hojas al viento para que las eleve y aleje, floreciendo y vistiendo de gala a los suelos, guardando en su memoria las tradiciones y las voces, permaneciendo, arraigando amores.
Vivir como las aves, eligiendo el viento vagabundo, el amanecer y el crepúsculo, durmiendo al ocaso del día, aprendiendo a volar y aprendiendo a descansar, despertando amores.
Vivir, a veces, simplemente viviendo, sin querer nada más que el sencillo respirar, el eterno caminar, el bálsamo del sonreír, el paciente escuchar o el inquieto compartir. Vivir simplemente viviendo, sin intentar más. Vivir, como sea, pero nunca dejar de hacerlo. Para morir físicamente habrá un día, no hay duda. Pero podríamos usar nuestra vida para ir muriendo, y eso sería ya empezar a morir. Vivir sabiendo que se ha de morir, pero no vivir muriendo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

asi es maestro!!! sin intentar nadamas que vivir...me recordastee el libro que estoy leyendo n mundo en un grano de arena el de Tengo miedo...ta bueno, ta bueno!!, saludos y un fuerte abrazo!!
VO

Anónimo dijo...

Hola Sergio:

Es un gusto ver de nuevo un escrito, jeje, lo tenias abandonado.
Si, vivir, y aprender de las experiencias de la vida, no vivir por vivir, si no darle un sentido a la vida!!!

Recibe un fuerte abrazo!!!
Que tengas una excelente semana!!!
Luz.

Por cierto no me llego el mensaje eh!

Anónimo dijo...

que dificil es saber vivir,sin preocupaciones y sin arraigos, pero como se antoja intentarlo cuando se lee este escrito.
un beso

Anónimo dijo...

Hola Sergio!!!

Despues de un tiempo sin pasar por tu mindo de palabras, estiy aqui de nuevo, me han gustado tus escritos, auqneu no has escrito mucho.. esperemos ver más!!
Que estés bien...
Dios te siga bendiciendo.
Con cariño ML

Sergio dijo...

Pues vaya, que hay que vivir, ¿no creen? Y vivir en plenitud, arriesgándose algunas veces y sabiendo cuándo detenerse a contemplar. ¡Un abrazo!