lunes, 5 de enero de 2009

Sentados

La danza de los siglos
Sergio Pérez Portilla

Evidente me resulta ahora lo que ayer se escondía de mi razón. El eco de los secretos que los libros me dijeron se escucha en mi interior, y se confunde tu aroma con el perfume del olvido y con la esencia del recuerdo. Ha cambiado todo, y la mayoría de estos cambios yo los produje con mis decisiones. No me arrepiento. Por ellos crecí y me di cuenta de que no siempre tuve la razón, pero eso me hizo madurar, dejar de ser tan egoísta, tan soberbio. Hubo, por supuesto, cambios que no busqué, cambios que simplemente me encontraron. Tampoco los alejé. Quizá no los entendí pero intenté que fueran para bien.
Hay telarañas por toda la casa. Es gracioso, se ve más desgastada ahora que nadie la habita, y cuando estábamos aquí parecía ser eterna a pesar de nuestras locuras. No cabe duda, los siglos han danzado, los soles han hablado, las lunas han muerto y vuelto a nacer. No cabe duda, estabas ante mí y no te pude ver.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola sergio!!

despues de mil años vuelvo a explorar este mundo de palabras jeje
si bien es cierto, todos tenemos q tomar decisiones x siempre a lo largo de ntra vida... y aunq a veces nos equivocamos o nos apresuramos en alguna, el Señor las bendice y nos da la mano p/continuar...

Sergio dijo...

Andar sin desfallecer, creer sin temer, amar sin dudar. Todo son decisiones, y cada decisión es una lucha.
Así nos ha tocado vivir, así nos corresponde crecer.

¡Bienvenida de vuelta!