Puertas
Sergio Pérez Portilla
No digo todo lo que pienso, pero trato de pensar lo que digo cuando de hablar en serio se trata. Me gusta bromear, y quienes me conocen saben que es así, pero si debo hablar empeñando mi palabra, así lo quiero hacer.
Hablo de lo que creo, hablo de lo que quiero, hablo de lo que siento. Callo muchas ideas que no me parecen maduras aún, las mantengo un tiempo más dentro de mí, y si alguna vez están listas, las comparto. Callo muchos de mis sueños, porque bien podrían parecer extraños, ¡si ya mi vida es de por sí extraña!, pero me gusta recordarlos cuando estoy despierto y sonrío como si hubiese hecho alguna travesura.
Mis amigos y mis hermanos han sabido escucharme, y trato de hacerlo yo también, trato de escucharlos y decirles por lo menos que su bienestar me interesa. Con ellos comparto y de ellos aprendo.
Pero también tengo muchos defectos. A veces ni yo mismo los veo, pero son tan evidentes que otros se encargan de mostrármelos. Tal vez no me sea del todo grato escucharlo, pero el día de hoy lo agradezco porque así he podido crecer.
¿Y por qué te cuento todo esto? Porque no quiero que haya secretos entre nosotros. Si hemos de caminar juntos, no quiero que lo hagamos sin conocernos. Necesito que me conozcas y que no llegues a pensar que miento cuando digo la verdad, o que intento molestarte cuando sólo trato de jugar. ¿Qué te parece si ahora me cuentas un poco de ti?
Sergio Pérez Portilla
No digo todo lo que pienso, pero trato de pensar lo que digo cuando de hablar en serio se trata. Me gusta bromear, y quienes me conocen saben que es así, pero si debo hablar empeñando mi palabra, así lo quiero hacer.
Hablo de lo que creo, hablo de lo que quiero, hablo de lo que siento. Callo muchas ideas que no me parecen maduras aún, las mantengo un tiempo más dentro de mí, y si alguna vez están listas, las comparto. Callo muchos de mis sueños, porque bien podrían parecer extraños, ¡si ya mi vida es de por sí extraña!, pero me gusta recordarlos cuando estoy despierto y sonrío como si hubiese hecho alguna travesura.
Mis amigos y mis hermanos han sabido escucharme, y trato de hacerlo yo también, trato de escucharlos y decirles por lo menos que su bienestar me interesa. Con ellos comparto y de ellos aprendo.
Pero también tengo muchos defectos. A veces ni yo mismo los veo, pero son tan evidentes que otros se encargan de mostrármelos. Tal vez no me sea del todo grato escucharlo, pero el día de hoy lo agradezco porque así he podido crecer.
¿Y por qué te cuento todo esto? Porque no quiero que haya secretos entre nosotros. Si hemos de caminar juntos, no quiero que lo hagamos sin conocernos. Necesito que me conozcas y que no llegues a pensar que miento cuando digo la verdad, o que intento molestarte cuando sólo trato de jugar. ¿Qué te parece si ahora me cuentas un poco de ti?
3 comentarios:
a que bonito jajaja...
me gusto mucho este escrito jajaja...
y t lo voy a copiar jijiji...
xq aqui explicas algo q muchas vcs mno puedo yo hacerlo...o no sabia como jajajaja
es mas me lo voy a aprender jajja
naaaa no es cierto... pero si esta padre y si me identifique con el...
sale sergio... cuidathe mucho... portate bn...
jajaja y pude ver las luna el jueves santo jijiij apesar de estar...
ajajaja cuidathe...
grax una vez mas por tus escritos
¡Hola Diego!
Gracias por tu visita y más por tu comentario.
Ya sabes que lo que está aquí es de todos.
Yo a veces ya puedo ver la luna sin sentir que me falta algo. Y si no la veo, quizá es porque sea de día, o porque...
¡Saludos!
Sergio.
jijiji
a q sergio... ya no hemos platicsdo jijij...
cuidathe mucho portate bn... ;) recuerda q tenemos q ir a....
jijij
biie
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