Cerca de las estrellas
Sergio Pérez Portilla
Caminan a mi lado mis temores, pero ya no me llevan de la mano, ya no son ellos quienes marcan mis pasos, mis vueltas, mis paradas. Caminan y siempre caminarán junto a mí, y sabré que vamos hombro con hombro, y se quemará la leña de la fogata, llorarán los troncos sin vida, pero no me convencerán mis temores. Son míos, los conozco, pero no los dejaré intimidarme de nuevo.
Se vestirán de luto en el día y de fantasmas en la noche, avanzarán sigilosos y querrán vencerme y convencerme, pero no me engañarán. El conocerlos me ha dado libertad, me ha invitado a vivir en sinceridad.
Fueron golpes y paliza, fueron causa de desvelos, de insomnios, de silencios infértiles y de gritos infieles. Fueron muerte de mi vida y vida de mi muerte, fueron frío sin hermanos, sin amigos, sin amores. Fueron soles de desierto sin nubes cargadas de húmeda esperanza.
Pero no les temo ya, ya no andamos de la mano. Sigo siendo yo, pero solo ya no voy. Sigo con mi misma fuerza y con la misma debilidad, pero tengo ahora rocas en las que puedo asentar mis pies, y mi debilidad se vuelve fuerza y mi fuerza bendición.
Aquí están, escribo y están junto a mí, pero ya puedo verlos a los ojos, sostener su mirada. Nunca más me vencerán.
Sergio Pérez Portilla
Caminan a mi lado mis temores, pero ya no me llevan de la mano, ya no son ellos quienes marcan mis pasos, mis vueltas, mis paradas. Caminan y siempre caminarán junto a mí, y sabré que vamos hombro con hombro, y se quemará la leña de la fogata, llorarán los troncos sin vida, pero no me convencerán mis temores. Son míos, los conozco, pero no los dejaré intimidarme de nuevo.
Se vestirán de luto en el día y de fantasmas en la noche, avanzarán sigilosos y querrán vencerme y convencerme, pero no me engañarán. El conocerlos me ha dado libertad, me ha invitado a vivir en sinceridad.
Fueron golpes y paliza, fueron causa de desvelos, de insomnios, de silencios infértiles y de gritos infieles. Fueron muerte de mi vida y vida de mi muerte, fueron frío sin hermanos, sin amigos, sin amores. Fueron soles de desierto sin nubes cargadas de húmeda esperanza.
Pero no les temo ya, ya no andamos de la mano. Sigo siendo yo, pero solo ya no voy. Sigo con mi misma fuerza y con la misma debilidad, pero tengo ahora rocas en las que puedo asentar mis pies, y mi debilidad se vuelve fuerza y mi fuerza bendición.
Aquí están, escribo y están junto a mí, pero ya puedo verlos a los ojos, sostener su mirada. Nunca más me vencerán.
3 comentarios:
y... que te digo??
Simple y sencillamente me Encantó!!!
Da fuerza tu escrito!! :D
Yo tmb kiero verlos a los ojos de frente!!
jaja tiempo al tiempo
cuidate tqm beso
Hola Sergio!!!
Esperando te encuentres bien!!!
Vaya, se me hace un escrito muy interesante, y podria decir fuerte, ya que realmente afrontar nuestros temores es muy dificil, quisiera tener la fortaleza de lo que muestra este escrito...
poder decir "Nunca más me vencerán, que no me engañaran"
QDT
Un abrazo.
ML
Me gustan tus escritos!!!
Gracias, de verdad gracias!!!
Quizá esta sea una forma concreta de vencer temores: dialogar. La soledad aplasta, la compañía construye.
Nuevamente gracias, y espero que haya bendiciones en sus vidas.
Nos vemos pronto. Sergio.
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