Serenata
Sergio Pérez Portilla
Todavía no termino de ver la luna en tu pelo y ese viento vagabundo se aparece con tu aroma. Las hojas del almendro de flores blancas danzan con tu voz, lentas, siluetas de mil y un sueños. Sentada y sencilla me cuentas tus lugares y tus tiempos, tu vida y tu sangre. Sonríes, volteas, te quedas callada y de repente vuelves a cantar.
He logrado aprender tus líneas de tanto verte, podría jurar que terminaré aprendiendo también tus miedos, pero no dejaré que ninguno te seduzca.
Laguna de reflejos de estrellas, sé mi recuerdo y mi presente en esta noche, déjame esconder la aurora en tu tranquilidad, déjame de nuevo verte antes de marchar.
Sergio Pérez Portilla
Todavía no termino de ver la luna en tu pelo y ese viento vagabundo se aparece con tu aroma. Las hojas del almendro de flores blancas danzan con tu voz, lentas, siluetas de mil y un sueños. Sentada y sencilla me cuentas tus lugares y tus tiempos, tu vida y tu sangre. Sonríes, volteas, te quedas callada y de repente vuelves a cantar.
He logrado aprender tus líneas de tanto verte, podría jurar que terminaré aprendiendo también tus miedos, pero no dejaré que ninguno te seduzca.
Laguna de reflejos de estrellas, sé mi recuerdo y mi presente en esta noche, déjame esconder la aurora en tu tranquilidad, déjame de nuevo verte antes de marchar.
2 comentarios:
insisto!!! esta serenata me recuerda la luna tan grande y tan hermosa q había hace algunas semanas, suceso no visto comúnmente y q tú, x alguna extrañísima razón, no pudiste admirar directamente... jaja
Cuidate!!!
Jajaja. Pues mira que no me enteré de lo que dices, como bien lo dices ya.
Pero el punto es que hace poco ni luna ni reflejo. Ya después se verán.
¡Nos vemos pronto!
Publicar un comentario