De vuelta
Sergio Pérez Portilla
Apenas me es posible ver tu silueta. Me recuerdas a los barcos que se alejan y son devorados por el horizonte, por el espejismo del azul de niebla. Te vas, pero no es para siempre, has prometido volver, y yo te he creído. Así que a partir de este momento prepararé todo para tu regreso. Escribiré todo lo que pase por aquí, y te lo leeré cuando estés de vuelta, mientras estemos sentados en la alfombra, recargados en el sofá. Prepararía algún exquisito platillo para decirte todo lo que te extrañé, pero nunca he sabido cocinar. Así que pediremos pizza y tomaremos un buen vino tinto.
Después, después quizá te vuelva a abrazar para saber que estás a mi lado.
Sergio Pérez Portilla
Apenas me es posible ver tu silueta. Me recuerdas a los barcos que se alejan y son devorados por el horizonte, por el espejismo del azul de niebla. Te vas, pero no es para siempre, has prometido volver, y yo te he creído. Así que a partir de este momento prepararé todo para tu regreso. Escribiré todo lo que pase por aquí, y te lo leeré cuando estés de vuelta, mientras estemos sentados en la alfombra, recargados en el sofá. Prepararía algún exquisito platillo para decirte todo lo que te extrañé, pero nunca he sabido cocinar. Así que pediremos pizza y tomaremos un buen vino tinto.
Después, después quizá te vuelva a abrazar para saber que estás a mi lado.
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