Sin respuesta
Sergio Pérez Portilla
Me gustaría entender tus arrebatos, tus caprichos, tus locuras y tus silencios; me gustaría adentrarme en tu ser e investigar el lugar del que provienen tus sentimientos, la fuente de tus pensamientos y la meta de tus deseos. Si así lo hiciera, podría saber por qué de repente ríes y por qué de la nada callas, y de la nada vuelves a empezar.
Arriesgaría mis manos, las podría poner en cualquier hoguera, si eso me garantizara conocer no tus secretos, sino lo que me escondes, no lo tuyo, sino lo nuestro.
Me pareces tan distante que no me sorprendería que en cualquier momento voltearas, me dijeras adiós, y te fueras para nunca volver.
Sergio Pérez Portilla
Me gustaría entender tus arrebatos, tus caprichos, tus locuras y tus silencios; me gustaría adentrarme en tu ser e investigar el lugar del que provienen tus sentimientos, la fuente de tus pensamientos y la meta de tus deseos. Si así lo hiciera, podría saber por qué de repente ríes y por qué de la nada callas, y de la nada vuelves a empezar.
Arriesgaría mis manos, las podría poner en cualquier hoguera, si eso me garantizara conocer no tus secretos, sino lo que me escondes, no lo tuyo, sino lo nuestro.
Me pareces tan distante que no me sorprendería que en cualquier momento voltearas, me dijeras adiós, y te fueras para nunca volver.
3 comentarios:
mmmm!!! si hay cosas qe queremos saber y otras qe debemos saber!!:P
vO*
Hola Sergio!!
Primero:
Me encanto este escrito, nunca terminamos de conocer a la otra persona, lo importante es tratar de entenderla, peor debemos de pensar en nosostros mismos, auqneu se oiga muy egoísta.
Te mando un abrazo.. cuidate DTB
El conocer a la otra persona es para esta mejor los dos, y eso es importante para estar bien uno mismo y a la vez poder darle al otro ese misma bienestar. ¡Gracias!
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