miércoles, 25 de febrero de 2009

Letras

Letras
Sergio Pérez Portilla

Escribo contra toda esperanza.
Quisiera que una tarde de octubre la belleza cotidiana se viera desbordada por una puesta sin igual, y la noche trajera mil luciérnagas en su vestido negro y largo, de mil usos pero siempre nuevo. La mañana siguiente tendría que ser irremediablemente cristalina, y cantaría con luces y abrazaría con la tibieza de la sonrisa del rocío en las alas verdes de las mariposas que no vuelan, que permanecen en el jardín.
Aquellos días de octubre me enseñarían caminos que no conozco y me dejarían transitarlos en silencio, pero contándome con sus colores y formas cómo crecen las ilusiones y maduran los recuerdos. Esos días de octubre.
A decir verdad, hoy escribo porque aún tengo esperanza.

domingo, 22 de febrero de 2009

Desafío


Desafío
Sergio Pérez Portilla

Algunas veces me basta con evocarte, y mi memoria se encarga de regalarme tu aroma, tu voz, tus gestos y tu presencia. Pero otras tantas me es imprescindible estar a tu lado y volver así a llenarme de lo que eres y desprendes.
Los grandes planes que tenía se convierten en respuestas sin pregunta cuando las paredes cierran puertas y ventanas, cuando simplemente acaba todo.
Lo seguiré intentando, seguro que lo haré. Pero en el remoto caso de que muera mi esperanza antes de convertirse en la doncella que baja por las escalinatas del palacio, procuraré haberte olvidado. Serás un
flatus vocis.
Te buscaré, poesía, evocaré los momentos que dejaron tu huella en mí, y también iré tras tu estela, esperando alcanzarte. Intentaré que la esperanza que agoniza se renueve como agua del río que corre sin parar, y que no para hasta que acrecienta el mar.

martes, 17 de febrero de 2009

Sendas

Sendas
Sergio Pérez Portilla

Me he cobijado con la estela y con la lluvia, y el inagotable viento me ha limpiado de todo recuerdo de dolor. Me acompaña una pequeña duda, pero van conmigo un millón de luces y de suaves y dulces fragancias. Hace un año ya.
Imagino sus miradas y deduzco sus pensares, sus nostalgias y sus notables reticencias. Los pasos han creado esta senda que hoy devoro. Mis pasos han gastado letras e ideas. Debo andar, avanzar, pero no tan lento que me haga distraerme del destino que elegí hace años, ni con tanta prisa que no pueda disfrutar lo que estos días me obsequia la verdad.
En mi bolsa llevo tu voz, la que me habló y me sigue hablando. En mi corazón está grabado el momento que iluminó toda mi vida.
Brindo por los años que vienen, en los que la ola crecerá y cubrirá la playa y mojará la arena. Brindo por la nube que viajará de sobre mí a cualquier lugar. Confío en que algún día puedan las estrellas conocer a los mortales.
Hace tantos años ya.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Sueños


De caminatas
Sergio Pérez Portilla

Si detengo mi camino es únicamente para esperarte, para que me alcances pues he avanzado a grandes pasos, y olvidé que no iba solo. Si retengo el recuerdo en mis ojos cerrados es sólo para que al abrirlos vuelen e iluminen mi presente. Que se levanten no significa que me dejen, siempre lo he sabido, guirnalda.
Mira los vestigios que dejaron la prehistoria y el ocaso, observa la influencia de los mares en la arena, y de la tierra en los valles. Campos de trigo, cielos lejanos, noches con luna y estrellas como abejas.
¿He de mentirte? No, hoy no. Hoy simplemente caminemos.

martes, 3 de febrero de 2009

Saludo

Hola a todos.
Una disculpa por la demora. Espero que mis tardanzas no influyan demasiado (porque sé que sí lo hacen) en la habitualidad de la lectura de este pequeño mundo letrado.
Les ofrezco hoy dos reseñas que envié a Palábrate, ya saben, del SAX.
Mando un fuerte abrazo a todos, y también agradezco que ya estemos cerca (a punto, a punto) de las 3000 visitas. Confío en que algún día celebremos muchas más.
Nos vemos pronto.
Atte. Sergio Pérez Portilla.

Carlos Ruíz Zafón

Una novela para adultos
Sergio Pérez Portilla

La sombra del viento (Planeta, Barcelona, 2004, 36 ed., 576 pp.) es una novela de la cual su autor, Carlos Ruiz Zafón, ha dicho que es para adultos. Pero no malinterpreten. Lo que pasa es que anteriormente había escrito una trilogía de novelas juveniles, y entonces por adultos se refiere más a la madurez bio-psicológica del destinatario que a cualquier otra cosa. Malpensados.
Ruiz Zafón, español radicado en Estados Unidos, escritor leído y premiado en los tiempos corrientes, ha sabido crear una atmósfera verdaderamente inquietante, por decir lo menos, pero inquietante en el sentido de que hace que el lector esté buscando cómo resolver la incógnita que el protagonista del libro, Daniel Sempere, a su vez intenta desvelar: ¿quién es Julián Carax?
Ambientada en la Barcelona de inicios del siglo XX, la historia de un adolescente que es llevado por su padre a un denominado cementerio de libros a elegir y, de esta manera, salvar un libro del olvido, es desde el inicio una trama perfectamente bien argumentada.
Se dice que si al preguntarte por una obra recuerdas al menos un par de momentos dentro de ella que llamaron poderosamente tu atención, es que en realidad ha valido la pena. De La sombra del viento recuerdo por lo menos diez, pero no los debo decir, eso es para ustedes.
Al final, sólo podemos preguntarnos: con el paso del tiempo, ¿mueren las obras o mueren los autores?
La propuesta de Zafón es un tanto ambiciosa. La pluma de Zafón es genial.

Nouwen

Buenos ministros
Sergio Pérez Portilla

Los ministerios son servicios que brotan de una comunidad con la intención de solventar las necesidades de la misma. Surgen de ella, en ella y para ella. Un ministro, por su parte, es el encargado de guiar el ministerio.
Henri J. Nouwen (1932-1996) comprendió perfectamente cuál era la misión del ministro y, a partir de ahí, la visión que debía tener. En
Un ministerio creativo (PPC, Madrid, 1998, 165 pp.) nos presenta las necesidades de una verdadera actividad ministerial, guiado por una impostergable actitud creadora e innovadora.
¿Cuál es el problema al que se enfrentan los ministros, según Nouwen? El problema radica en que “muchos de esos hombres han dado tanto de sí mismos en sus actividades pastorales diarias, a menudo tan absorbentes, que se sienten vacíos, exhaustos, cansados, y, muchas veces, desilusionados”, por lo que su ministerio se ve impregnado por su condición.
De acuerdo con ese análisis, los puntos en los que se debe prestar atención primordialmente son cinco: a) la enseñanza, b) la predicación, c) el cuidado pastoral individual, d) la organización, y e) la celebración. En cada uno de ellos se debe hacer un cambio de perspectiva para que el servicio sea fructífero. La enseñanza debe ser redentora, más que violenta o fría transmisión de datos; la predicación debe ser mucho más que volver a contar una historia conocida que ya no dice nada, sino que el predicador debe abajarse y estar con el pueblo, diríamos en una palabra, debe dar testimonio; para la atención pastoral se busca más que una hábil respuesta, una verdadera negación de sí mismo para dejar a Dios actuar a través de él; la organización no redunda en estructuras, sino en la relación entre el hombre que vive en una sociedad y a la vez tiene una interioridad; y la celebración, por último, tiene mucho más que ver con la obediencia que hace partícipes del reino de los cielos, que con el ritualismo.
Sobra decir que la lectura se vuelve fluida y amena. Un libro más que recomendamos para leer en una tarde y con un café.